Líderes en la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos aplaudieron al Consejo Nacional de Discapacidad por su reciente investigación sobre los riesgos del suicidio asistido en personas con discapacidad.
"Cada suicidio es una tragedia humana, sin importar la edad, discapacidad, o estatus social/económico de la persona", dijo el Arzobispo de Kansas City (Missouri), Mons. Joseph Naumann; y el Obispo de Venice (Florida), Mons. Frank Dewane .
"La legalización del suicidio asistido separa a las personas en dos grupos: aquellos cuyas vidas queremos proteger y aquellos cuyas muertes alentamos", señalaron los prelados. "Esto es completamente injusto y socava gravemente la igualdad de protección ante la ley".
La semana pasada, el Consejo Nacional de Discapacidad publicó los resultados de la investigación nacional de los efectos de las leyes del suicidio asistido en personas con discapacidad.
En su examen, el consejo encontró "que las razones más frecuentes ofrecidas por alguien que solicita suicidio asistido están directamente relacionadas con servicios no cubiertos y necesidad de apoyo". La agencia pidió a los legisladores que remediaran estas necesidades no satisfechas a través de cambios en la legislación y el financiamiento.
Añadió que en los estados donde el suicidio asistido es legal, "las garantías son ineficientes y la supervisión de abusos y errores está ausente."