CIUDAD DE MÉXICO,
En una semana marcada por tiroteos en distintas partes del país, la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) llamó al arrepentimiento y la conversión "a quienes provocan violencia, muerte y sufrimiento", a la vez que pidió a las autoridades reducir "los desbordados índices de violencia".
En un comunicado publicado este 18 de octubre, los obispos mexicanos ofrecieron "nuestra oración y expresamos nuestra solidaridad a las personas que resultaron heridas y a las familias de las víctimas" en los diferentes enfrentamientos entre autoridades y grupos delincuenciales en los estados de Sinaloa, Michoacán y Guerrero.
Este 17 de octubre, una patrulla de agentes de la Guardia Nacional y la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) capturó a Ovidio Guzmán López, hijo del narcotraficante Joaquín "El Chapo" Guzmán Loera, en una casa de Culiacán, en el estado mexicano de Sinaloa.
De acuerdo al comunicado oficial de las autoridades mexicanas, la violencia desatada por grupos criminales tras la captura del hijo de "El Chapo" llevó a que lo dejaran en libertad y se detuviera el operativo "con el propósito de salvaguardar el bien superior de la integridad y tranquilidad de la sociedad culiacanense".
Dos días antes, en Tepochica, en el estado de Guerrero, un enfrentamiento entre militares y civiles armados dejó un cabo y 14 presuntos delincuentes fallecidos.
El 14 de octubre, según la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana de México, una emboscada a manos de un grupo criminal acabó con la vida de 14 policías.