Los ecónomos diocesanos se reunieron el 15 de octubre en la Conferencia Episcopal Argentina (CEA) para evaluar las herramientas de sostenimiento de la Iglesia local.
En noviembre de 2018 los obispos de Argentina anunciaron la renuncia gradual a los aportes del Estado. Esto luego de la polémica desatada por la asignación de un presupuesto de 130.421.300 pesos argentinos (unos 6,5 millones de dólares) de parte del gobierno a la CEA.
En ese contexto, la Comisión para el Sostenimiento de la Acción Evangelizadora de la Iglesia convocó a los representantes de 52 diócesis para definir criterios para un fondo común solidario.
El secretario ejecutivo de la comisión episcopal, Oscar Gómez, presentó las herramientas sobre las que se está trabajando para el sostenimiento de la Iglesia, como son las donaciones, la concientización de los fieles sobre el sostenimiento, los aportes a través de nuevas tecnologías, entre otras.
En ese sentido, la Comisión Episcopal explicó la importancia de tener un plan de desarrollo de fondos y de fortalecimiento con los donantes y colaboradores.
El Plan Compartir Eclesial NEA (Noreste argentino) fue uno de los ejemplos mencionados que nació en 1998 para crear un camino de comunión y conciencia sobre la responsabilidad de los bautizados en el sostenimiento de la obra evangelizadora.