En su 227 edición, el "Círio de Nazaré" reunió el 13 de octubre a cerca de dos millones de fieles en las calles de Belém (Brasil), en una de las mayores manifestaciones católicas del mundo, una procesión de cuatro horas y media con un recorrido de 3,7 kilómetros, entre la Catedral Metropolitana a la Basílica de Nuestra Señora de Nazaret.
El Círio es celebrado el segundo domingo de octubre en honor a Nuestra Señora de Nazaret, patrona del estado de Pará (Brasil) y llamada también "Reina de la Amazonía". Este año tiene como tema "María, Madre de Iglesia".
Antes del inicio de la procesión, a las 5:30 a.m., el Nuncio Apostólico de Brasil, Mons. Giovanni D'Aniello, presidió una Misa invitado por el Arzobispo de Belém, Mons. Alberto Taveira, quién no pudo participar este año, pues está en Roma participando del Sínodo de la Amazonía que se realizará hasta el 27 de octubre.
En su homilía, Mons, Giovanni D'Aniello resaltó que el Círio "es un momento de gracia", en el que los fieles experimentan "la presencia de Dios a través de su Madre" y también "nos permite vivir juntos, caminar juntos, estar juntos alrededor de quién es más importante en nuestra vida, que es Cristo".