EL PASO,
Mons. Mark Joseph Seitz, Obispo de El Paso, Texas (Estados Unidos), denunció que durante siglos la frontera sur del país ha arrastrado un "legado de odio y supremacía blanca", pero aseguró que la Virgen de Guadalupe "nos enseña cómo podemos reparar el pecado del racismo".
En su extensa carta titulada "Noche ya no habrá", publicada en inglés y en español, Mons. Seitz señaló que la Virgen de Guadalupe "nos muestra que nuestra identidad más profunda no nos la da un imperio, ni la política, ni la economía o un colono, sino que es un don de Dios".
"Nuestra identidad se forma en las relaciones llenas de gracia que perseguimos libremente con Dios, los demás y la Creación", señaló.
"La historia de Guadalupe es la historia de Jesús, quien se despojó de los privilegios de la divinidad, tomando condición de esclavo, para hacerse carne como nosotros", dijo.
El Obispo de El Paso indicó que "si después de la Resurrección, la Iglesia continúa la misión de Jesús de restaurar 'la unidad de todo el género humano', entonces hablar de la Iglesia y del Reino de Dios es hablar de inclusión y diversidad".
"Esto es todo lo contrario de la obsesión racista con la blancura y la pureza y las falsas promesas de los resurgentes etno-nacionalismos. Entendido de esta manera, el racismo es un signo del anti-reino y el Bautismo y la Eucaristía son la puerta de gracia para una humanidad totalmente reconciliada", dijo.