El Arzobispo siro católico Emérito de Hassaké-Nisibi (Siria), Mons. Jacques Behnan Hindo, expresó su preocupación por la posibilidad de que se dé un nuevo éxodo de cristianos sirios como consecuencia de la ofensiva militar de Turquía, pues aunque todos tienen sus intereses, "seremos nosotros los cristianos los que pagan las consecuencias".
Después de que el domingo 6 Estados Unidos retiró a los efectivos que tenía en el noreste de Siria, Turquía empezó el lunes su operación "Primavera de la Paz" con una serie de bombardeos aéreos y de artillería, para ingresar el miércoles con tropas y tanques.
Turquía y su aliado rebelde Ejército Libre Sirio (FSA por sus siglas en inglés), quieren expulsar de la región a los kurdos para asentar ahí a los cerca de tres millones de refugiados sirios que están en territorio turco y así alejar la pretensión de crear el Gran Kurdistán.
Así, la operación "Primavera de la Paz" quiere expulsar de la frontera al grupo rebelde kurdo Fuerzas Democráticas Sirias (SDF), creada en 2015 y que incluye a las también kurdas Unidades de Protección Popular (YPG), consideradas por los turcos el brazo sirio del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), organización política y guerrillera que opera dentro de Turquía y que es considerada terrorista.
El PKK fue fundado en 1978 y su objetivo es la creación del Gran Kurdistán, que abarcaría las zonas habitadas por los kurdos en Turquía, Siria, Irán e Irak. Solo en este último país esta etnia tiene cierta autonomía política en una región llamada el Kurdistán iraquí.
Tanto el FSA como las SDF son considerados grupos rebeldes que también luchan contra el Gobierno sirio de Bashar Al Asad, en una guerra que comenzó en 2011. Asimismo, los kurdos del SDF fueron aliados claves de Estados Unidos en la derrota del grupo terrorista Estado Islámico (ISIS).