VATICANO,
El Obispo Prelado de Itaituba (Brasil), Mons. Wilmar Santin, comparó el aborto que se comete "en la civilización" con los infanticidios que, tal como denunció un jefe nativo, se realizan en algunos pueblos indígenas de la Amazonía.
En la rueda de prensa realizada este jueves 10 de octubre en la Sala Stampa del Vaticano, el Prelado brasileño explicó que el pueblo indígena de los Mundurucus, al que sirve, se distinguía por ser "muy guerreros y muy belicosos. Cuando mataban a su adversario o enemigo, les cortaban la cabeza y la levantaban como un trofeo. Y tenían la costumbre de ciertas cosas a la hora del nacimiento. Si nacía el niño defectuoso, la partera le giraba el cuello y el niño moría".
"Si nacían gemelos, ellos decían que uno era del mal y uno del bien. Entonces mataban al segundo y en algunos casos mataban a los dos; y si nacía de una madre soltera, a la hora que nacía el niño, este moría porque decían 'niño sin padre no vale nada'", continuó el Prelado.
"La gente escuchando eso se espanta. '¿Pero cómo es que pueden hacer eso que es una atrocidad?'. ¿Y los abortos que hacen aquí en la civilización? ¿Cuántos son?", cuestionó el Prelado.
"Podemos decir con alegría que el trabajo principalmente de las hermanas, que trabajaron como enfermeras y profesoras, lentamente hicieron que ese hábito o práctica desapareciese. Yo ya vi niños gemelos que no han matado. Yo he visto que al menos en mi comunidad ya no existe esa práctica, pero en los otros pueblos no sé".
"No entiendo que haya gente que se espanta con eso cuando hay ciertos hospitales que son verdaderos mataderos", concluyó el Obispo.