VATICANO,
El Obispo Prelado de Moyobamba, Mons. Rafael Escudero López-Brea explicó los peligros de ordenar ancianos casados, los llamados viri probati, como sacerdotes en la Amazonía.
En su intervención en el Sínodo de la Amazonía, Mons. Escudero indicó que la solución que propone el Instrumentum laboris o documento de trabajo "es la de estudiar la posibilidad de ordenar varones ancianos casados, concediéndoles solo la tarea de administrar los sacramentos, pero no dice nada de la tarea de enseñar y gobernar. En consecuencia se hace una separación entre el munus sanctificandi, el munus regendi y el munus docendi".
La intervención del Obispo se refirió a lo que señala el documento de trabajo del Sínodo en el numeral 129.2, que señala: "Afirmando que el celibato es un don para la Iglesia, se pide que, para las zonas más remotas de la región, se estudie la posibilidad de la ordenación sacerdotal para personas ancianas, preferentemente indígenas, respetadas y aceptadas por su comunidad, aunque tengan ya una familia constituida y estable, con la finalidad de asegurar los Sacramentos que acompañen y sostengan la vida cristiana".
El Prelado, que sirve en Moyobamba desde 2007, destaca luego que separar las tareas del sacerdote supondría "una novedad en el plano eclesiológico, en la estructura jerárquica-sacramental que la Iglesia tiene por mandato divino".
La novedad estaría en el hecho que "los hombres ancianos casados ordenados supondrían una especie de sacerdocio de segunda categoría y se reduciría la identidad del sacerdote católico a una mera funcionalidad sacramental".
De ese modo, lamenta el Obispo, "el sacerdote, de ser pastor de la comunidad, fuente de consejo, maestro de vida cristiana, presencia cercana de Cristo, pasaría a ser un mero funcionario de Misa".