MADRID,
La Congregación para la Doctrina de la Fe del Vaticano informó que prohíbe el ejercicio de su ministerio al sacerdote jesuita Pere Sala, denunciado por dos hermanos por abusos sexuales cometidos en la década de los 80.
De esta manera, al jesuita que actualmente tiene 95 años se le prohíbe celebrar públicamente los sacramentos, realizar actividades apostólicas y pastorales de carácter público así como mantener trato con menores, conceder entrevistas, tener perfiles en redes sociales y salir de la comunidad sin permiso expreso de su superior.
Según informa Europa Press, el proceso comenzó a principios de este año tras haber recibido la denuncia de dos hermanos que aseguraban, como después se comprobó, haber sufrido abusos sexuales por parte de este sacerdote cuando era profesor en el colegio Sant Ignasi de Sarrià en Barcelona (España).
Además, desde la Compañía de Jesús se impone también el precepto penal que comienza este lunes 7 de octubre y que será revisado cada tres años y además tendrá que pedir perdón a las víctimas.
De esta manera el P. Sala a través de una carta pidió perdón a los dos hermanos denunciantes de los abusos sufridos.
En esta carta publicada por El Periódico, el P. Sala asegura que "en la recta final de la vida, con más de noventa años en la espalda", "lo que más deseo es acabar mis días en paz conmigo mismo y con todas las personas con las que me he relacionado y me relaciono".