Un grupo recién formado de madres católicas en Rochester, en Nueva York, se ha comprometido a orar regularmente por el florecimiento de las vocaciones dentro de sus propias familias.
"Nosotras tenemos que rezar por nuestros niños, por sus vocaciones, para que escuchen el llamado de Dios, que está pidiendo de cada uno de ellos", dijó Janene Loughran, una de las organizadoras de este nuevo grupo de oración Mothers of Lu en la Diócesis de Rochester.
La idea se creó en junio, en el picnic entre familias y seminaristas de la Diócesis. El P. Peter Van Lieshout, uno de los codirectores de vocación en la Diócesis, habló sobre las Madres de Lu, un grupo de madres italianas que a fines del siglo XIX se reunían regularmente en su pequeña aldea y rezaban por las vocaciones sacerdotales que provenían de sus propias familias.
"[P. Van Lieshout] señaló a las familias en el picnic: rezar por las vocaciones en general es bueno y necesitamos hacerlo. [Pero] tenemos que desafiarnos nosotros mismos a hacer más", mencionó Loughran.
Varias de las madres reflexionaron sobre las palabras del sacerdote y sintieron un fuerte llamado a seguir los pasos de las Madres de Lu. "Tenemos la responsabilidad", dijo Loughran, "hay una escasez de sacerdotes en todos lados. Nuestra diócesis no es una excepción, entonces, ¿qué más podemos hacer?".
Esta reflexión inicial llevó al deseo de crear su propio grupo local de madres, rezando por las vocaciones de sus hijos.