Guyger, de 31 años, fue sentenciada por asesinar en septiembre del año pasado a su vecino Botham Jean, un hombre de raza negra de 27 años. La mujer, que estaba fuera de servicio y todavía vestía su uniforme de policía en el fatídico día, ingresó al departamento de Jean por error y le disparó pensando que era un extraño que había invadido su hogar.
Según la expolicía, ella acababa de terminar un turno largo, se distrajo con varios mensajes de texto de un colega con el que mantenía una relación y no se dio cuenta de que había ingresado al departamento equivocado.
La defensa de Guyger argumentó que el asesinato fue un error y no un acto malicioso.
Los manifestantes que se encontraban fuera del tribunal se opusieron a la sentencia de 10 años y dijeron que era demasiado corta.
Sin embargo, dentro de la sala del tribunal, Brandt contuvo las lágrimas cuando se dirigió a Guyger, y dijo: "Ni siquiera quiero que vayas a la cárcel. Quiero lo mejor para ti, porque sé que eso es exactamente lo que Botham querría y lo mejor sería dar tu vida por Cristo. Te amo como persona, y no te deseo nada malo".
Luego de esas palabras, Brandt pidió permiso para darle un abrazo a Guyger, con el que demostró su deseo de perdonarla.