ROMA,
La Conferencia Episcopal Italiana condenó una propuesta del nuevo ministro de Educación, Lorenzo Fioramonti, para que los crucifijos sean retirados de las aulas de las escuelas públicas.
"Creo que las escuelas deberían ser seculares y permitir que todas las culturas se expresen. No mostraría ningún símbolo en particular", dijo Fioramonti en un programa de la radio italiana el lunes 30 de septiembre.
Aseguró que eliminar crucifijos supuestamente haría que las aulas sean más "inclusivas" para las personas que no son cristianas. Alrededor del 80% de los italianos se identifican como católicos.
Fioramonti también dijo, además, que las aulas deberían mostrar mapas del mundo y partes de la Constitución italiana en lugar de una foto del presidente del país, Sergio Mattarella.
Al poco tiempo de sus declaraciones, los obispos italianos condenaron la idea de retirar los crucifijos de las aulas y calificaron el debate de "inútil", en un editorial publicado en el diario de la conferencia episcopal Avvenire.
El crucifijo, dice el editorial, no está destinado a dividir, sino que es un "símbolo de hermandad universal" y "una de las raíces culturales de nuestra civilización".