MADRID,
El director general del Foro de la Familia Javier Rodríguez, explicó que el uso de adjetivos descalificadores no es "nada nuevo" sino que es "un inconveniente propio de cualquier compromiso con los valores, las propias ideas y convicciones" y "ninguna etiqueta será impedimento para abandonarlas"
Rodríguez publicó una carta en la que explicó que no es "nada nuevo" que al defender una convicción que no sea compartida por la mayoría de las corrientes de pensamiento lleve implícita "la adjudicación de la etiqueta de "ultra" seguido de lo que sea, independientemente de que esa convicción tenga su base en un razonamiento lógico y sólido o no".
Según precisó, esa calificación de "'lo que sea' que sigue al prefijo 'ultra' puede ser distinto en función de la naturaleza de la convicción. Por ejemplo, si lo que se defiende es la libertad religiosa, la laicidad frente al laicismo, lo más probable es que la etiqueta sea 'ultracatólico'".
Por eso, también aseguró que "si lo que se defiende es una protección específica de la institución matrimonial entre mujer y hombre por el bien que aporta a la sociedad en cuanto al surgimiento y crianza de nuevas vidas, o la libertad de educación que respete el derecho y responsabilidad de los padres consistente en educar a sus hijos conforme a sus creencias o valores, la etiqueta asignada suele ser la de 'ultraconservador'".
Algo que se repite con "muchos más ejemplos".
Rodríguez explica también que esto es algo que ha sucedido "en todas las sociedades a lo largo de la historia", ya que siempre hay "una masa acrítica que sigue las corrientes dominantes, normalmente sin dedicar demasiado tiempo a profundizar en por qué se afirma lo que se defiende, sino que se adhiere a ello en función del 'grupo' que lo impulsa, en una suerte de sentimiento de pertenencia a una identidad colectiva".