LIMA,
Algunos obispos del Perú se pronunciaron ante la grave crisis política que afronta el país luego de que el lunes 30 de septiembre el presidente Martín Vizcarra interpretara la Constitución para disolver el Congreso de la República.
La disolución del Congreso ocurrió en horas de la tarde del día lunes luego de que el Congreso eligió a Gonzalo Ortiz de Zevallos como nuevo miembro del Tribunal Constitucional (TC), el máximo órgano de justicia del país. La medida también comprendió la convocatoria a elecciones parlamentarias para el domingo 26 de enero del 2020.
El 31 de julio del 2019, Vizcarra presentó al Congreso una reforma constitucional para adelantar las elecciones generales al año 2020 y así recortar el mandato que debía culminar en julio de 2021. Casi dos meses después, el 26 de septiembre, la Comisión de Constitución del Parlamento archivó dicho proyecto de ley.
El viernes 27 de septiembre, el Poder Ejecutivo planteó una cuestión de confianza ante el Congreso para cambiar el sistema de elección de los miembros del TC. Un día antes de la votación del día 30, Vizcarra amenazó con disolver el Legislativo si éste le negaba un voto de confianza. El lunes en la tarde Vizcarra anunció la disolución del Parlamento aduciendo una "denegación fáctica de la confianza", en momentos en que el Legislativo aprobaba la cuestión de confianza.
Tras el anuncio de disolución, el Congreso votó a favor de suspender las funciones del presidente por un año. Luego, el Legislativo eligió a la vicepresidenta Mercedes Aráoz como presidenta interina. En horas de la noche el Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas se acercó a Vizcarra para respaldarlo.
Varios constitucionalistas señalan que la medida adoptada por Vizcarra es inconstitucional y que representa un "golpe de Estado". El martes 1 de octubre solo a algunos de los miembros del Congreso –quienes pertenecen a la Comisión Permanente– se les permitió ingresar al hemiciclo.