Pekín,
La persecución de los católicos en China continental está aumentando después de que prominentes figuras católicas en Hong Kong siguen hablando en contra del régimen comunista, según los informes.
Se denomina China continental a la zona de China bajo la soberanía efectiva de la República Popular China, sin incluir a las regiones administrativas especiales de Hong Kong y Macao.
La revista Bitter Winter, que cubre temas de libertad religiosa y derechos humanos en China, informó de las acusaciones contra el Gobierno comunista, de haber ignorado las solicitudes de tolerar las iglesias católicas que se niegan a unirse a la Asociación Católica Patriótica China (CPCA), organización que tiene por objetivo controlar las actividades de los católicos en el país.
Según los informes, los meses de protestas en favor de la democracia en Hong Kong, en el que también participaron católicos, han generado preocupación a los funcionarios de China continental. El temor del oficialismo yace en que los católicos trabajen con la Iglesia Católica en Hong Kong para inspirar una resistencia similar. Pekín, la capital china, instituyó una prohibición de viaje para algunos católicos que buscan ingresar a Hong Kong.
A diferencia de la China continental, la Iglesia Católica en Hong Kong no es supervisada por el gobierno y no hay una iglesia "clandestina".
Los informes de la provincia de Jiangxi afirman que un sacerdote que se negó a unirse a la CPCA se vio obligado a esconderse por temor a ser arrestado. Antes de esconderse, el sacerdote pidió a su congregación "perseverar en la fe y rezar el Rosario" en caso de ser arrestado.