VATICANO,
El Cardenal Robert Sarah, Prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, celebró este sábado 28 de septiembre en la Basílica de San Pedro del Vaticano una Misa de acción de gracias por los 50 años de su ordenación sacerdotal y los 40 de su ordenación episcopal en la que mostró su agradecimiento a Dios por las obras que hizo en él: "me transformó, de la nada, en su humilde sirvo, en su hijo amado".
El Cardenal Sarah también pidió oraciones, porque "tengo verdaderamente necesidad de vuestra fe, del apoyo de vuestra amistad y de vuestro fervor cristiano, para ayudarme a elevar al Señor mi agradecimiento por este día bendito".
De hecho, "solo soy demasiado inadecuado, estoy demasiado cubierto de miserias y pecados, solo no soy nada para atreverme a presentarme delante de Dios y expresarle mi inmenso agradecimiento por haberme llamado al sacerdocio y por las innumerables maravillas que ha obrado en mí a lo largo de toda mi vida".
"Dios sorprende con sus decisiones, es maravilloso y sorprendente en su generosidad y en su amor por cada uno de nosotros", subrayó.
El Cardenal Sarah resumió brevemente las grandes cosas que Dios hizo en él: "Yo nací en un ambiente humilde y pobre como el de Nazareth, en una cultura animista y pagana, y Él me hizo cristiano, sacerdote y Obispo. Por medio del bautismo y de la ordenación sacerdotal me transformó, de la nada, en su humilde sirvo, en su hijo amado".
"Aquello en lo que me he convertido es verdaderamente obra de Dios y fruto de enormes sacrificios y de renuncias heroicas de los Misioneros Espiritanos". El Cardenal también tuvo palabas de agradecimiento a sus padres.