Y para verdaderamente revitalizar la Iglesia en la Amazonia y en el mundo entero. La aparente preeminencia en el Instrumentum Laboris de lo ecológico, social y cultural sobre lo teológico, espiritual y pastoral en la vida de la Iglesia, tendrá que ser superada en el aula sinodal. El problema no es la ecología sino su débil eclesiología.
UN EJEMPLO A SEGUIR: EL DOCUMENTO DE APARECIDA
En una línea muy equilibrada, un documento eclesial que es necesario considerar al estudiar el Instrumentum Laboris y, sobre todo, en el Sínodo mismo, es el aprobado por la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe. Es el famoso "Documento de Aparecida", fruto del trabajo de obispos, sacerdotes, religiosos y laicos de América Latina y del Caribe, también de la Amazonia.
Este estupendo Mensaje afrontó los problemas de orden social, económico, político y ecológico que presenta todo el territorio americano, incluido el Amazonas, pero también abordó con fuerza el tema de la evangelización de los pueblos indígenas. En efecto, nos dice (Aparecida, 95):
"Nuestro servicio pastoral a los pueblos indígenas exige anunciar a Jesucristo y la Buena Nueva del Reino de Dios, denunciar las situaciones de pecado, las estructuras de muerte, la violencia y las injusticias internas y externas, fomentar el diálogo intercultural, interreligioso y ecuménico. Jesucristo es la plenitud de la revelación para todos los pueblos y el centro fundamental de referencia para discernir los valores y las deficiencias de todas las culturas, incluidas las indígenas. Por ello, el mayor tesoro que les podemos ofrecer es que lleguen al encuentro con Jesucristo resucitado, nuestro Salvador. Los indígenas que ya han recibido el Evangelio están llamados, como discípulos y misioneros de Jesucristo, a vivir con inmenso gozo su realidad cristiana".
Un dato muy importante: el Presidente de la Comisión redactora de ese documento fue nada menos que el Cardenal Jorge Bergoglio, nuestro Papa Francisco. APARECIDA, con exigencias muy firmes sobre la justicia, la evangelización y la labor de la Iglesia con relación a los pueblos indígenas, logró un contenido muy claro, exigente e iluminador, pero también armonioso, sereno y pacífico, de excelente contenido teológico, cristológico y eclesiológico.
Es un magnífico punto de referencia latinoamericano para este Sínodo. Digo esto porque –repito– hubiera sido conveniente que el actual Instrumentum Laboris, a pesar de ser solo una herramienta para la discusión, fuera también un documento sereno, preciso y claro, más trabajado y acabado incluso en sus conceptos y en su redacción, y no impreciso y controversial, como el actual.
En este contexto, Aparecida es sin duda un estupendo punto de comparación y un elemento de iluminación para los Padres del Sínodo de Amazonia. En fin de cuentas, Aparecida fue elaborado colegial y sinodalmente por Obispos de toda América Latina y del Caribe, y por ende, también de las Iglesias de la Amazonia. Hemos hecho un recorrido por algunos puntos del Instrumentum Laboris. En un próximo artículo tocaremos algunas de las propuestas pastorales del documento.
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