VATICANO,
El Papa Francisco afirmó que los mártires no son "santitos", sino hombres y mujeres de carne y hueso que, como se dice en el Apocalipsis, "han lavado sus ropas haciéndolas blancas en la sangre de Cristo".
El Pontífice se expresó así durante la Audiencia General celebrada este miércoles 25 de septiembre en la Plaza de San Pedro del Vaticano, donde subrayó que los mártires "son los verdaderos vencedores". Recordó que "hoy se producen más martirios que al inicio de la vida de la Iglesia, y hay mártires en todos los lugares".
"La Iglesia de hoy es rica en martirios, y está irrigada por la sangre que es semilla de nuevos cristianos y garantiza crecimiento y fecundidad al Pueblo de Dios".
En su catequesis, en la que reflexionó sobre el Libro de los Hechos de los Apóstoles, donde se narra cómo los Apóstoles nombraron los primeros diáconos. Dos de ellos eran Esteban y Felipe. Francisco destacó el caso de Esteban como modelo de mártir. El Papa destacó su fuerza evangelizadora, lo que le granjeó numerosas enemistades.
"Sus enemigos, no encontrando otro modo de hacerlo desistir, eligieron la solución más mezquina para anular a un ser humano: la calumnia, el falso testimonio. Y nosotros sabemos que la calumnia siempre mata", explicó el Santo Padre.
Francisco definió la calumnia como un "cáncer diabólico" que "nace de la voluntad de destruir la reputación de una persona e incluso agrede al resto del cuerpo eclesial y lo daña gravemente".