MADRID,
La capilla de adoración perpetua "Cachito de Cielo" tiene una discreta entrada en la calle Travesía de Belén, en el centro de Madrid.
Aunque puede pasar desapercibida para muchos, esta capilla es una muestra del gran amor a la Eucaristía que tenía la religiosa María Emilia Riquelme, fundadora de la congregación de las Misioneras del Santísimo Sacramento y María Inmaculada que será beatificada el próximo 9 de noviembre en Granada (España).
La hermana Marian Macías, superiora provincial de la congregación de las Misioneras del Santísimo Sacramento y María Inmaculada, explicó a ACI Prensa que la Madre María Emilia Riquelme "no pensaba fundar en Madrid, pero un primo le dejó en herencia la casa con la condición de que tuviera una capilla de adoración y un colegio para niñas pobres. Ella acogió el proyecto con muchas dificultades, porque estaba la Ley del candado, por la que no se podían abrir nuevas casas religiosas".
La ley del candado es como se conoce coloquialmente a la ley que se instauró en diciembre de 1910 que prohibía durante dos años el establecimiento de nuevas órdenes religiosas en España.
Sin embargo, la fundadora de la congregación dispuso todo para que en la rehabilitación del edificio no se mostrara a simple vista que era una casa religiosa y que, sin embargo, tuviera una capilla con el Santísimo Sacramento expuesto para que, quien lo deseara, pudiera entrar a rezar.
"Esta capilla ha tenido la adoración al Santísimo desde el mismo día de su inauguración en 1911. La Madre fundadora abrió la capilla como aportación al Congreso Eucarístico Internacional que se celebró en ese año en Madrid", explicó la superiora provincial a ACI Prensa.