Obispo visita las zonas devastadas por gota fría en España

El pasado jueves, ante la alerta roja por la llegada de la gota fría declarada en la Región de Murcia, Mons. Lorca hizo un llamamiento a la colaboración a todos los párrocos y comunidades cristianas de la Diócesis de Cartagena.

El Obispo pidió que se facilitara todos los locales y medios necesarios que pudieran servir de ayuda a las familias afectadas por las inundaciones que ya se preveían, según recuerdan desde el Obispado.

El P. Rubén Córdoba, uno de los párrocos de Los Alcázares, Murcia (España), que es la zona más devastada por la gota fría, aseguró que "pese a lo dramático de la situación, hay que ver lo positivo en todo".

Según afirmó "esta catástrofe está sacando el lado bueno de todas las personas. Ahora no importan ni ideología, ni religión, ni nada. Estamos todos unidos con un solo corazón, apoyándonos todos. Veo el corazón de mi pueblo unido y me siento admirado, y veo el amor de Dios en ellos".

El P. Córdoba también subrayó que "ahora lo que toca es remontar, y lo que está levantando mucho al pueblo son los voluntarios que, en colaboración con el ejército, están ayudando a las familias afectadas a limpiar las casas y sacar todo lo que se ha perdido; además de ofrecer su apoyo moral".

Y animó a que quien quiera participar de la reconstrucción de la zona, puede acercarse a la parroquia de Nuestra Señora de la Asunción para ayudar a las familias que lo han perdido todo o participar limpiando los templos del municipio, que también se han visto afectados por la lluvia.

Según se precisa desde el Obispado de Cartagena, durante la visita de Mons. Lorca a la zona, junto con el Obispo Auxiliar, Mons. Chico Martínez, ofrecieron su apoyo a las familias damnificadas.

El P. Alfonso Alburquerque, párroco de San Juan Bautista, en Archena, Murcia, destacó la labor de los voluntarios de Cáritas que "estuvieron colaborando desde el primer momento llevando mantas, ropa de abrigo y comida al pabellón municipal de deportes".

Durante dos días, unos cuarenta voluntarios de la parroquia de Nuestra Señora del Rosario en Santomera, Murcia, se han encargado de acoger, acompañar y alimentar a las más de doscientas personas realojadas en el instituto municipal de la localidad. 

El P. Antonio Ballester, vicario episcopal y párroco de Santomera, precisó que se ha servido a los necesitados "desde la fe y el amor de Jesucristo" y aseguró estar  "muy orgulloso porque la respuesta de la gente ha sido muy buena, se ha tomado conciencia de lo importante que es ayudar a los hermanos en estas situaciones de emergencia y todo el mundo se ha volcado con ellos".