VATICANO,
Compasión y justicia verdadera: esos han sido los dos conceptos sobre los que el Papa Francisco reflexionó en la homilía de la Misa celebrada este martes 17 de septiembre en la Casa Santa Marta.
Para el Pontífice, una lleva a la otra. "La compasión te hace ver la realizad como es. La compasión es como la lente del corazón: nos hace captar las dimensiones reales".
"En muchas ocasiones, en el Evangelio, vemos cómo Jesús cae preso de la compasión. La compasión también es el lenguaje de Dios. En la Biblia no comienza a partir de Jesús. Dios ya le había dicho a Moisés: 'He visto el dolor de mi pueblo'. Es la compasión de Dios la que le lleva a enviar a Moisés a salvar al pueblo".
Por ello, Francisco resaltó que "nuestro Dios es un Dios de compasión, y la compasión, podríamos decir, es la debilidad de Dios, pero también su fuerza. Es lo mejor que nos da, porque es la compasión la que lo mueve a enviar al Hijo a nosotros. La compasión es un lenguaje de Dios", aseguró.
El Santo Padre rechazó que la compasión se pueda identificar con un "sentimiento de pena". De hecho, es "involucrarse en el problema del otro, es jugarse la vida por él".
Frente a la compasión, como lenguaje de Dios, el Papa contrapuso la indiferencia que, muchas veces, "es el lenguaje humano".