REDACCION CENTRAL,
La semana pasada se llevó a cabo la Semana Nacional de Prevención del Suicidio en los Estados Unidos, una semana en la que los promotores de la salud pública y mental comparten consejos para la prevención del suicidio y detectar señales para advertir esta situación.
El lunes 9 de septiembre, el popular pastor evangélico y promotor de la salud mental Jarrid Wilson, de 30 años, se suicidó. Pocas horas antes de su muerte, Wilson publicó un mensaje en Twitter sobre la compasión de Jesús por los deprimidos y suicidas.
"Amar a Jesús no siempre cura los pensamientos suicidas. Amar a Jesús no siempre cura la depresión. Amar a Jesús no siempre cura el trastorno por estrés postraumático. Amar a Jesús no siempre cura la ansiedad. Pero eso no significa que Jesús no nos ofrezca compañía y consuelo. SIEMPRE hace eso", escribió.
Wilson fue un promotor de la salud mental durante mucho tiempo y fundó con su esposa "Anthem of Hope" (Himno de la esperanza), un acercamiento cristiano para deprimidos y suicidas. Su muerte siguió a la del pastor Andrew Stoecklein, otro pastor evangélico joven y promotor de la salud mental, quien se suicidó el año pasado.
Las tasas de suicidio entre los estadounidenses en edad laboral (entre 16 y 64 años) aumentaron un 34% entre 2000 y 2016, según datos del Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés). Entre los estadounidenses de entre 10 y 24 años, el aumento fue aún más dramático: los datos del CDC muestran un incremento del 50% en los suicidios entre este grupo entre 2000 y 2017.
Los suicidios de estos dos pastores resaltan esta tendencia al alza, especialmente entre los jóvenes, incluso entre aquellos que forman parte de una comunidad cristiana.