REDACCION CENTRAL,
El presidente del Pontificio Consejo para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, Cardenal Kurt Koch, presidió este domingo 15 de septiembre la Misa de beatificación del P. Richard Henkes, sacerdote palotino que murió mártir en el campo de concentración de Dachau durante la Segunda Guerra Mundial.
En su homilía en la Catedral de Limburgo, el Cardenal afirmó que "los beatos y los santos son la respuesta de Dios a las preguntas de nosotros los humanos" y "los mejores exegetas del Evangelio porque dieron testimonio de él con sus propias vidas".
"El amor no está exento de sacrificios. El martirio cristiano solo es real si se realiza como el acto supremo de amor a Dios y a los hermanos y hermanas", resaltó ,luego.
"Solo donde Dios se hace grande por nosotros, donde hacemos lo mismo que María en el Magnificat –Magnificat anima mea: mi alma se hará grande con Dios– donde eso suceda, allí el hombre no se hace pequeño, sino que recibe parte la grandeza del amor de Dios", continuó el Pupurado según informa CNA Deutsch, agencia en alemán del Grupo ACI.
El Cardenal Koch subrayó asimismo que "los verdaderos reformadores de la Iglesia son los beatos y los santos".
Richard Henkes, nació en Ruppach, Alemania, el 26 de mayo de 1900, en el seno de una familia numerosa. A los 12 años ingresó al Seminario menor de la Pía Societas missionani, como se llamaba entonces a la Sociedad del Apostolado Católico o palotinos.