VATICANO,
El Papa Francisco pidió a los representantes y líderes de las religiones del mundo que recen por la paz, pues "estamos viviendo un momento difícil para el mundo" y "todos debemos unirnos –diría que con un mismo corazón y una misma voz–, para gritar que la paz no tiene fronteras".
Así se expresó el Santo Padre en una carta dirigida al Cardenal Carlos Osoro, Arzobispo de Madrid, con motivo de la celebración del Encuentro Internacional de Oración por la Paz que, con el lema "Paz sin fronteras", se ha inaugurado este domingo 15 de septiembre en la capital de España.
Ese grito por la paz, señaló el Pontífice, es "un grito que surge de nuestro corazón. Es de allí, en efecto, desde los corazones, de donde debemos erradicar las fronteras que dividen y enfrentan; y es en los corazones donde se deben sembrar sentimientos de paz y fraternidad".
En su mensaje, el Papa destacó la fuerza que tiene la oración para derribar muros. Recordó que "fue la oración por la paz de tantos hijos e hijas de Dios la que contribuyó a acelerar la caída" del Muro de Berlín y poner fin "a esa lacerante división del continente que causó tanto sufrimiento".
También se refirió a la historia bíblica de Jericó, que "nos recuerda que los muros caen cuando son 'asediados' con la oración y no con las armas, con los anhelos de paz y no de conquista, cuando soñamos con un futuro bueno para todos".
El Papa Francisco lamentó que, "por desgracia, en estas dos primeras décadas del siglo XXI hemos presenciado, con gran tristeza, el desperdicio de ese don de Dios que es la paz, dilapidado con nuevas guerras y la construcción de nuevos muros y barreras".