Mediante un comunicado, los obispos de Estados Unidos se opusieron "categóricamente" a la reducción de admisiones para refugiados en el país, ya que esto atenta contra los valores "como nación de inmigrantes" y protectores de la libertad religiosa y los derechos humanos.
"A la luz de las contribuciones extraordinarias de los refugiados a nuestro país, y de la lucha del mundo con la mayor crisis de desplazamiento forzado registrada y los máximos históricos en la persecución religiosa, nos oponemos categóricamente a cualquier reducción adicional en el programa de reasentamiento de refugiados", enfatizaron.
El Arzobispo de Galveston-Houston y presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos (USCCB), Cardinal Daniel N. DiNardo, y el Obispo de Austin y presidente del Comité de Migración, Mons. Joe Vásquez, se pronunciaron frente a los reportes que indican que el número de admisiones para refugiados para el 2020 sea inferior a 30.000, cifra que "ya es la más baja en la historia".
"Más reducciones debilitarían el papel global de Estados Unidos como líder mundial y protector de la libertad religiosa y los derechos humanos", expresaron.
Del mismo modo, alertaron que más reducciones atentarían contra los "valores como nación de inmigrantes". "Estados Unidos da la bienvenida a los refugiados; eso es lo que somos, eso es lo que hacemos", aseveraron.
Asimismo, recordaron que "la Iglesia Católica en los Estados Unidos tiene más de un siglo de experiencia reubicando a las poblaciones vulnerables", para las que se ha buscado "una vida más segura y contribuir a la grandeza de Estados Unidos".