La comunidad venezolana que vive en Santiago de Chile celebró la fiesta de su patrona Nuestra Señora de Coromoto, con un especial énfasis de agradecimiento por el país que los acoge.
Los fieles colmaron la Catedral Metropolitana en una Eucaristía, presidida por el Vicario de la Zona Centro, P. Francisco Llanca; y concelebrada por el pastor de la Parroquia Latinoamericana, P. Lirio Berwanger; y diáconos venezolanos.
"El mensaje de la Virgen de Coromoto es un mensaje de amor, unidad y cariño. Se le aparece a una familia y pienso en todas las familias venezolanas disgregadas por el mundo. Hoy también guardamos la esperanza de volver a ver a todas las familias venezolanas unidas", expresó el P. Llanca.
Durante la celebración se bendijeron rosarios hechos en cárceles, escapularios y agua bendita, los que más tarde fueron repartidos entre los presentes, ya que el mensaje de la Virgen de Coromoto se centra en las aguas bautismales y en la importancia de preparar el alma para ir al Cielo.
La imagen de Nuestra Señora de Coromoto fue bellamente adornada con flores y las banderas de Venezuela y Chile, llevadas por una llanera y un huaso chileno, símbolo de la unión de ambos pueblos.
Al finalizar, un huaso bailó una cueca en honor a la Virgen de Coromoto seguido de la ovación de todo el pueblo venezolano.