Jan Figel es el enviado especial de la Unión Europea para la Libertad de Religión fuera de Europa, que jugó un papel en la liberación de la reclusa paquistaní Asia Bibi y manifestó el potencial de la cooperación internacional para promover la libertad religiosa.
En una entrevista concedida a CNA, agencia en inglés del Grupo ACI, elogió a Bibi como "una mujer admirablemente valiente y una madre amorosa". "Ella no renunció a su fe cristiana (a cambio de la libertad), y representa un estímulo para muchos otros que enfrentan acusaciones de falsa blasfemia", expresó.
Asia Bibi, es una madre católica de cinco hijos que fue condenada por blasfemia en Pakistán en 2009 y sentenciada a muerte en la horca. Fue falsamente acusada de hacer comentarios despectivos sobre el profeta Mahoma después de una discusión por un poco de agua. Estuvo detenida en el corredor de la muerte hasta octubre de 2018, cuando se revocó su condena.
Esta semana, mediante un mensaje, Bibi señaló que la justicia debe estar destinada a buscar la verdad.
"Si quieres castigar a alguien, no lo hagas sin escucharlo. Y haga algo por todas las personas en prisión por blasfemia: visítelos en prisión, escúchelos, discuta con ellos", exhortó.
De acuerdo con el Departamento de Estado de los Estados Unidos, se estima que hay 77 personas en prisión en Pakistán bajo las leyes de blasfemia, la mayoría de ellos musulmanes.