REDACCION CENTRAL,
Sor Cristina Scuccia sorprendió al mundo con su participación en The Voice Italia, programa concurso de canto que ganó en la edición de 2014 y en el que dejó claro que era una verdadera religiosa con un don que quería compartir. El fin de semana dio el sí definitivo a Dios con su profesión perpetua.
El 8 de septiembre en la Basílica de San Ambrosio en Milán, el Arzobispo de esa ciudad italiana, Mons. Mario Enrico Delpini, presidió la Misa en la que sor Cristina de 30 años; de las Ursulinas de la Sagrada Familia; y Elena Bianchi, de las Hermanas de Santa Dorotea de Cemmo, dijeron sí para siempre al Señor.
"Este evento solemne y conmovedor de la profesión religiosa de los votos perpetuos es signo del Reino que viene y de cómo el Reino es la más pequeña de todas las semillas. El signo ofrecido de la vida consagrada de nuestras hermanas Elena y Cristina está en la obra de Dios que manifiesta la unidad, que define la pertenencia a la comunidad", dijo en su homilía Mons. Delpini.
El Prelado señaló que si bien ambas han decidido hacer "renuncias sorprendentes para la sensibilidad y la imaginación de nuestro tiempo", y por ello suscitan interés, es necesario aclarar que "las consagradas no quieren atraer la atención sobre sí, porque lo que las convenció de llegar a esta vivencia misteriosa que se llama vocación es que esto es en realidad un signo del Reino que está cerca".
"La gente de nuestro tiempo, como la gente del tiempo de Jesús, pide signos persuasivos y clamorosos. Hoy podemos presentar la historia de dos jóvenes mujeres, Elena y Cristina, que deciden profesar para siempre los votos de consagración en una comunidad de religiosas", indicó.
De este modo, concluyó el Arzobispo, estas dos religiosas le "dicen al mundo que este es el signo que podemos ofrecer, la más pequeña de todas las semillas, como la levadura que hace fermentar a toda la masa. Es nuestra contribución para cambiar al mundo".