Antananarivo,
Este sábado el Papa Francisco se dirigió a cerca de 100 mil jóvenes reunidos en Madagascar, en África, para darles un mensaje de esperanza y anunciar que el Señor los llama a cada uno por su nombre, y les pide que lo sigan para ser esperanza en su nación y en la vida de la Iglesia.
"El Señor es el primero en decir: no, este no es el camino. Él está vivo y te quiere vivo a ti también compartiendo todos tus dones y carismas, tus búsquedas y competencias. El Señor nos llama por nuestros nombres y nos dice: ¡Sígueme! No para hacernos correr detrás de espejismos, sino para transformarnos a cada uno en discípulos-misioneros aquí y ahora", dijo el Santo Padre este 7 de septiembre durante la Vigilia realizada en el campo diocesano de Soamandrakizay, en el marco de su viaje apostólico a tres países africanos.
Antes de dar inicio a su extenso mensaje, el Papa Francisco arribó al campo en el papamóvil en horas de la noche, donde fue recibido en medio de cantos y vítores alegres por los miles de jóvenes. Una vez se posicionó en el escenario principal, Mons. Fulgence Razakarivony, Obispo de Ihosy y Presidente de la Comisión Episcopal para la Juventud de Madagascar, ofreció el discurso de bienvenida.
El Prelado expresó que él y su pueblo sienten una "alegría inmensa, particular y única" de ver al Papa en vivo en directo, y ya no a "través de mensajes escritos o mensajes de video".
Además, presentó a los jóvenes de Madagascar como personas "llenas de entusiasmo y vitalidad, en busca de un futuro mejor", pero "que enfrentan múltiples dificultades a nivel social, cultural, intelectual y religioso". No obstante, acotó que ellos "no se desaniman porque Su Magisterio los consuela y los invita a mantener la antorcha de la esperanza siempre encendida".