ANTANANARIBO,
El Papa Francisco plantó un pequeño árbol baobab afuera del Palacio Presidencial de Madagascar, junto al joven Presidente de la República, Andry Rajoelina, y también bendijo a una familia sobreviviente de la reciente epidemia de sarampión que golpeó fuertemente la población del país.
El Pontífice realizó estos dos gestos simbólicos, en el marco de su actual viaje apostólico en África, en el cual está visitando el país de Madagascar este fin de semana, tras su viaje a Mozambique, y el lunes viajará hacia Mauricio, que será la última etapa antes de volver el martes hacia el Vaticano.
Previamente, el Papa Francisco escribió en el libro de honor que visita Madagascar como "sembrador de paz y de esperanza", bendijo a todo el pueblo de Madagascar y les pidió plegarias por él.
"He venido como sembrador de paz y esperanza: que las semillas arrojadas en esta tierra traigan abundantes frutos para el pueblo malgache. Que el Señor los bendiga. Por favor, recen por mí", escribió en francés el Pontífice tras el encuentro privado con el Presidente de la República de Madagascar, Andry Rajoelina.
Además, el Papa dirigió su primer discurso en Madagascar durante el encuentro con las autoridades políticas, a la sociedad civil y al cuerpo diplomático en donde destacó los esfuerzos por instaurar la democracia en el país.