MAPUTO,
La paz y la reconciliación como factor de desarrollo de los pueblos, en especial de Mozambique, fue el tema que centró el discurso del Papa Francisco ante las autoridades, representantes de la sociedad civil y el cuerpo diplomático, que pronunció en el Palacio Presidencial de Maputo este jueves 5 de septiembre.
El Santo Padre, que se encuentra en Mozambique desde ayer para su cuarto viaje a África, que también le llevará a Madagascar y Mauricio, hizo referencia al largo conflicto que desangró Mozambique desde el año 1977, poco después de su independencia, hasta el año 1992 y que enfrentó a la organización marxista Frelimo, que controlaba el nuevo Estado mozambiqueño, con la guerrilla anti marxista Renamo.
A pesar de la paz de 1992 firmada en Roma, el conflicto se vio periódicamente revivido a lo largo de las décadas posteriores. La desconfianza y hostilidad entre los grupos Frelimo y Renamo, reconvertidos en partidos políticos, se reprodujo en los debates parlamentarios, dando lugares a situaciones de gran inestabilidad.
La última crisis política se inició en el año 2014, después de que los responsables de Renamo se negaran a reconocer los resultados de las elecciones presidenciales que dio la victoria al candidato de Frelimo y actual presidente, Filipe Jacinto Nyusi.
Esa falta de reconocimiento de los resultados electorales abrió una nueva etapa de hostilidades y violencia política. Los enfrentamientos cesaron con la firma de una tregua en el año 2016 y el pasado martes 6 de agosto, impulsados precisamente por la visita del Pontífice, firmaron la paz definitiva.
En su discurso, el Papa Francisco animó a perseverar en ese proceso de paz, para hacerlo definitivo, porque "la paz, sabemos, no sólo es ausencia de guerra sino el compromiso incansable de reconocer, garantizar y reconstruir concretamente la dignidad tantas veces olvidada o ignorada de hermanos nuestros, para que puedan sentirse los principales protagonistas del destino de su nación".