Uno de cada tres niños de Buenos Aires (Argentina) tiene problemas para acceder al agua potable y a una alimentación que brinde los nutrientes indispensables para el desarrollo.
La conclusión fue presentada en el informe técnico "Agua segura y alimentación, derechos pendientes de ser garantizados" elaborado por el Observatorio de la Deuda Social de la Pontificia Universidad Católica Argentina Santa María de los Buenos Aires (UCA) y la Defensoría del Pueblo de Buenos Aires.
El informe describe la evolución del acceso al agua segura, es decir agua de red por cañería dentro de la vivienda, y a la alimentación de parte de los niños y adolescentes de Argentina, especialmente de Buenos Aires, entre 2010 y 2018.
Otro objetivo del estudio fue localizar las infancias más vulnerables en ese ámbito en el conurbano y explorar sus asimetrías con respecto a sus pares a nivel del promedio nacional urbano.
De esta forma, el informe arrojó que el déficit de acceso al agua de red afecta al 14% de los hogares urbanos y al 18% de los niños y adolescentes. Los niveles aumentan en un 27% y 32%, respectivamente, cuando se trata del conurbano bonaerense.
El déficit se encuentra fuertemente localizado en el gran Buenos Aires, específicamente en los hogares de los niveles socio-económicos más bajos, en situación de pobreza e indigencia, y en asentamientos informales.