La compleja situación migratoria de la región, alentó a los obispos de la triple frontera Bolivia, Chile y Perú a hacer un llamado urgente para promover una cultura del encuentro y protección hacia los inmigrantes.
La declaración fue realizada el 22 de agosto desde la localidad de Iroco en Oruro (Bolivia) al finalizar el VII Encuentro de Pastoral de Movilidad Humana de la triple frontera, en el que participaron obispos y agentes pastorales de las diócesis peruanas de Tacna, Puno y Juliaca; las diócesis bolivianas de Oruro- Pisiga, La Paz y El Alto-Desaguadero; y las diócesis chilenas de Arica, Iquique, Calama, Antofagasta y Copiapó.
En conferencia de prensa, los obispos valoraron "el esfuerzo" para "generar espacios de acogida, protección, promoción e integración de las personas migrantes y refugiadas" de parte la Iglesia de Bolivia, Chile y Perú, así como los gobiernos, instituciones locales y organismos internacionales.
Sin embargo, "el trabajo realizado es insuficiente", alertaron.
En ese sentido, invitaron a "los mismos actores y a la sociedad en general a promover la cultura del encuentro, realizando acciones concretas de protección hacia los migrantes y personas necesitadas de protección durante el tránsito y el acceso al territorio de los países de destino".
Ellos por su parte, renovaron su compromiso "de colaboración y servicio con las instituciones del Estado y sociedad civil, a fin de mitigar el dolor y el sufrimiento de quienes buscan una nueva esperanza de vida".