VATICANO,
Actuar en los países de origen de las migraciones, actuar en los países vecinos y abrir vías legales para que los migrantes no tengan que recurrir a las mafias de tráfico de personas. Esas son las tres etapas que constituirían la solución al drama de los migrantes y refugiados en el Mediterráneo, según el sacerdote eritreo afincado en Roma, P. Mussie Zerai.
Este sacerdote, Coordinador europeo de los católicos de Eritrea, es conocido por su firme compromiso con los migrantes y refugiados que arriesgan sus vidas en las aguas del Mediterráneo para alcanzar las costas europeas.
El P. Zerai tiene siempre un número de teléfono habilitado para los migrantes que se encuentren en situación extrema en aguas del Mediterráneo. De esa manera, traslada los avisos de emergencia a salvamento marítimo para el rescate de las personas, lo que ha permitido salvar la vida a más de 150 mil personas.
Con motivo de la crisis del barco "Open Armas", que desde hace días se encuentra fondeado frente a la isla italiana de Lampedusa con más de 100 migrantes y refugiados a bordo, rescatados cuando se encontraban a la deriva en el Mediterráneo, sin permiso para desembarcar, el P. Zerai explicó, en declaraciones a ACI Prensa este martes 20 de agosto, que, en primer lugar "hay que ir a la raíz del problema".
Esa primera etapa implicaría actuar en los países de origen de los migrantes. Se trata "de resolver las causas de este drama que es el éxodo de personas", y "buscar una solución a largo plazo".
La segunda etapa implica actuar en los países vecinos, "ya que cuando huyen, adonde primero van es a los países vecinos. Si conseguimos protegerlos mejor en los países vecinos, el 90% de las personas se quedaría allí, se quedaría donde haya oportunidades de trabajo, de estudio, de condiciones de vida dignas".