La organización de caridad creada por los obispos de Estados Unidos, Catholic Relief Services (CRS), criticó al Gobierno norteamericano por proponer recortar los fondos públicos destinados a programas de ayuda extranjera que ya habían sido aprobados por el Congreso.
Según las agencias de ayuda, la medida podría significar una pérdida de entre 2 mil millones y 4 mil millones de dólares que se habrían destinado para esfuerzos humanitarios.
La Oficina de Administración y Presupuesto solicitó la suspensión temporal de los fondos la semana pasada, pidiendo una "contabilidad" de todo el presupuesto que aún no se ha designado oficialmente para fines específicos.
La carta identificó 10 áreas de ayuda a las que se aplicaría la retención de fondos, incluida la asistencia para el desarrollo, salud mundial, contribuciones a organizaciones internacionales, control internacional de narcóticos y actividades de mantenimiento de la paz, informó The New York Times.
Aunque el congelamiento de fondos fue levantado parcialmente el 9 de agosto luego de las críticas de los legisladores demócratas y republicanos, los grupos de ayuda aún temen que el Gobierno pueda enviar al Congreso un presupuesto que retire miles de millones de dólares en asistencia extranjera, informó Político[DL1] .
"Las iglesias locales y Catholic Relief Services se asocian con el gobierno de los Estados Unidos para reducir la pobreza, aliviar el sufrimiento y fomentar la paz en todo el mundo. La rescisión de algunos de estos y otros fondos internacionales para reducir la pobreza limitará la capacidad de los Estados Unidos de apoyar a las comunidades pobres y vulnerables, responder a los desafíos de salud global, abordar las causas fundamentales de la migración forzada y promover la libertad religiosa internacional, la seguridad global y el mantenimiento de la paz", dijo CRS.