MADRID,
A casi cuatro meses de los ataques terroristas de Domingo de Pascua en Sri Lanka en tres iglesias y cinco hoteles, siguen saliendo las historias de las víctimas y sobrevivientes de los atentados cometidos por extremistas musulmanes.
Recientemente se supo que el 4 de abril los servicios secretos indios habían advertido a los líderes políticos de Sri Lanka que se estaban organizando varios ataques terroristas.
Al no hacer caso de las advertencias, estos atentados ocurrieron el 22 de abril, Domingo de Pascua, y mataron a casi 300 personas.
Según destacan desde Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN), todavía no se han podido identificar a todos los cuerpos, ni tampoco se han encontrado todas las partes de estos. Además, muchos de los afectados que se encuentran gravemente heridos, continúan en riesgo de perder la vida.
A pesar del gran descontento y la frustración general de la sociedad de Sri Lanka, el Arzobispo de Colombo, Cardenal Albert Malcolm Ranjith, pidió que no se tomaran represalias. Los católicos fueron más allá e incluso han perdonado a los terroristas.
La esposa de Priyantha Jayakody murió a manos de un terrorista suicida y su hijo, de 17 años, sobrevivió pero con grandes secuelas. Ella fue una de las 115 personas que murieron en el ataque a la iglesia de San Sebastián de Negombo.