VATICANO,
El Papa Francisco mostró su cercanía a las víctimas de la caída del puente Morandi en Génova (Italia) ocurrido hace un año -el 14 de agosto de 2018-, y que dejó 43 muertos, numerosos heridos y desplazados que perdieron todos sus bienes materiales.
En el mensaje enviado por el Santo Padre al diario genovés "Il Secolo XIX", Francisco quiso recordar este hecho trágico que afectó a "familias que iban o volvían de vacaciones, hombres y mujeres que estaban viajando por trabajo".
"Fue una herida en el corazón de su ciudad, una tragedia para quienes perdieron a sus familiares, una tragedia para los heridos, un evento impactante para quienes se vieron obligados a abandonar sus hogares viviendo desplazados", dijo el Papa.
Por ello, el Santo Padre dirigió estas palabras "con el corazón abierto" como "padre y hermano". "Quiero decirles que no me he olvidado, que he rezado y rezo por las víctimas, por sus familiares, por los heridos, por los desplazados, por todos ustedes, por Génova", expresó.
Además, Francisco aseguró que "frente a eventos de este tipo, el dolor causado por las pérdidas sufridas se vuelve insoportable y no es fácil de aliviar, al igual que es comprensible el sentimiento de 'no resignación' ante un desastre que podría haberse evitado".
Francisco reconoció también no tener "respuestas 'prefabricadas' ante ciertas situaciones en las que nuestras pobres palabras humanas son inadecuadas".