Fieles en Argentina se congregaron el 7 de agosto en los principales santuarios dedicados a San Cayetano, patrono del pan y del trabajo.
Las plegarias que los obispos diocesanos dirigieron a Dios por intercesión del santo fueron para pedir unidad y trabajo en un momento de profunda crisis económica que ha sumido a un 35% de la población en la pobreza desde 2008.
En ese sentido, Mons. Adolfo Uriona, Obispo de Villa de la Concepción de Río Cuarto, expresó que "San Cayetano nos anima a no bajar los brazos en medio de la crisis económica social que atraviesa nuestro país. Es un santo que nos dice: 'Sigan confiando en Dios que es Providencia, sigan confiando en mi mediación ante Dios, porque yo estoy al lado de todos los argentinos'".
"Que este 7 de agosto renovemos nuestra fe en el Señor, que nos da el pan y el trabajo a través de este santo", manifestó el obispo.
En tanto, el Obispo de Lomas de Zamora, Mons. Jorge Lugones, aseguró que "el pan sin trabajo es humillación y el trabajo sin pan es explotación", por eso, pidió "la gracia para que tengamos trabajo con pan, que es dignidad, y pan con trabajo que es justicia".
A su turno, el Arzobispo de Resistencia, Mons. Ramón Dus, rogó para que los fieles se sientan "protagonistas de este momento de nuestro país, para hacer juntos un camino que nos dignifique y que también nos dé esperanza y alegría de trabajar por nuestro pueblo".