LA HABANA,
El Papa Francisco envió un mensaje a los participantes de la II Jornada Nacional de la Juventud (JNJ) que se realiza en Cuba, para animarlos a dejarse transformar en discípulos misioneros para que otros puedan también descubrir la presencia del Señor y "llevar así una existencia fundada en su fidelidad y misericordia".
El Santo Padre hizo esta invitación en un mensaje transmitido por el Secretario de Estado Vaticano, Cardenal Pietro Parolin; al Arzobispo de Santiago de Cuba, Mons. Dionisio García Ibáñez.
"Con ocasión de la Jornada Nacional de la Juventud, que se celebra en las diferentes diócesis de Cuba con el tema 'He aquí la Sierva del Señor, hágase en mí según tu palabra', el Papa Francisco saluda con afecto a los organizadores y a todos los jóvenes participantes, y los anima a que siguiendo con decisión el ejemplo de la Virgen María, Sierva fiel del Señor, experimenten el júbilo de haber encontrado a Jesucristo y, como testigos de su Resurrección, estén dispuestos a dejarse transformar en discípulos misioneros, para que muchos jóvenes puedan descubrir la presencia del Señor Jesús, escuchar su llamada, crecer en su amistad y llevar así una existencia fundada en su fidelidad y misericordia", expresa el mensaje.
En ese sentido, el Cardenal Parolin aseguró que "con estos sentimientos, el Santo Padre ruega a Dios Nuestro Señor, por intercesión de la Santísima Virgen de la Caridad del Cobre, que proteja con su amor infinito a todos los jóvenes cubanos, acompañándolos en todos los momentos de su vida, y les imparte con alegría la implorada bendición apostólica como símbolo de copiosas gracias divinas".
Del 1 al 4 de agosto se lleva a cabo en Cuba la II Jornada Nacional de la Juventud, cuya sede sería la Arquidiócesis de Santiago de Cuba; sin embargo, las consecuencias de la crisis económica que afronta la isla hizo que la Iglesia local decidiera replantear el evento y llevar su realización en cada una de las once diócesis.
Sin embargo, a esta dificultad se sumó la prohibición del Gobierno comunista para que se pudieran realizar actividades fuera de los templos, como es el caso del Vía Crucis. Solo se podrán llevar a cabo actividades fuera de las iglesias en Santiago de Cuba.