La Conferencia Episcopal de Chile a través de Instituto Católico Chileno de Migración (Incami) y la Pastoral Social Caritas Chile, llamó a tener misericordia y manifestó su profunda preocupación por la vulneración de los derechos humanos de decenas de personas que se encuentran en la frontera chileno-peruana.
Hace varios meses los venezolanos llegan a Chile en busca de oportunidades, mientras se resuelve la crisis de su país. Muchos de ellos transitan un largo y dificultoso viaje para llegar a su destino.
Es así que un gran número de extranjeros que se encontraba camino al país sureño fueron sorprendidos con la modificación al reglamento de ingreso que entró en vigencia el sábado 22 de junio.
En adelante, Chile exige a algunos extranjeros, como los venezolanos, ingresar con una visa consular de turismo, más la acreditación de solvencia económica que financie la estadía, una carta de invitación o la reserva de un hotel.
En tanto, para solicitar la residencia el país sureño exige una visa de responsabilidad democrática, válida por un año y renovable por el mismo periodo, junto al certificado de antecedentes penales, entre otros documentos.
Al no poder cumplir con los requisitos, cientos de personas y familias quedaron varadas en el paso fronterizo de Chile y Perú, llamado Chacalluta, y debieron regresar a Tacna (Perú) donde se ubica el consulado chileno más cercano para regularizar su situación.