Con motivo de la celebración del Día Mundial Contra la Trata de Personas, la Conferencia del Episcopado Mexicano exhortó a "no aceptar la explotación", y a "no acostumbrarse al sufrimiento" que causa la trata de personas.
"No podemos aceptar la explotación, no podemos acostumbrarnos al sufrimiento. ¡Denunciemos la explotación! Porque mientras la trata de personas permanezca oculta, los traficantes continuarán actuando impunemente. ¡Denunciemos la corrupción y la complicidad!", expresó la CEM a través de un comunicado publicado en su página web.
Asimismo, animó a orar por los que sufren de esta explotación y a contribuir con la "conversión y a la rehabilitación de quienes son responsables de la trata de personas y quienes se benefician de ello".
"Oremos en este día por quienes sufren esta explotación que clama al cielo y preguntémonos: '¿Qué puedo hacer yo?, ¿qué me toca hacer a mí? Dios y la Santísima Virgen María acompañarán nuestros esfuerzos', manifestaron.
La CEM advirtió que la trata de personas es "un delito de lesa humanidad que ocupa el segundo lugar en la lista de crímenes transnacionales, situado después del tráfico de drogas y armas", pero está próxima a ocupar el primer lugar por las increíbles ganancias y los beneficios económicos que reporta a quienes trafican con seres humanos.
Los obispos señalaron que la trata "tiene muchos rostros y formas", y "potencia las violaciones a los derechos humanos, de género, desempleo, pobreza y discriminación".