REDACCION CENTRAL,
Los obispos de Estados Unidos solicitaron al Gobierno del presidente Donald Trump que no aplique la pena de muerte a nivel federal, una práctica que se usó por última vez en este marco en el 2003.
Los prelados estadounidenses hicieron este pedido el 30 de julio en una declaración firmada por Mons. Frank J. Dewane, Obispo de Venice y presidente del Comité de Justicia Doméstica y Desarrollo Humano de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos.
En el texto, el Obispo recordó que cuando el Papa Francisco visitó el país en 2015 alentó a abolir la pena de muerte a nivel global. En el 2018 el Santo Padre autorizó un cambio en el Catecismo sobre la pena capital, señalando que se trata de una medida "inadmisible" porque atenta contra "la inviolabilidad y la dignidad de la persona".
Mons. Dewane recordó que en junio de 2019 los obispos del país votaron mayoritariamente para "actualizar el Catecismo para que los adultos del país lo usen para reflejar esta posición".
"A la luz de estas posiciones sostenidas durante mucho tiempo, me siento profundamente preocupado por el anuncio del Departamento de Justicia de Estados Unidos de que, una vez más, y después de muchos años establecerá la pena de muerte como una forma de castigo", indicó el Prelado.
"En cambio, hago un urgente llamado a los funcionarios federales para que tomen en cuenta estas enseñanzas, así como las pruebas que demuestran la aplicación injusta y parcial y decidan descartar los planes anunciados para implementar la pena de muerte una vez más", concluyó Mons. Dewane.