MONTERREY,
El Gobierno del estado de Nuevo León, en México, fue el intermediario para que la Arquidiócesis de Monterrey y el actual propietario de un terreno lleguen a un acuerdo, y así se permita el uso de una iglesia que pudo ser desalojada o demolida en un futuro cercano.
La Iglesia de los Sagrados Corazones de Jesús y María, ubicada en El Uro, Monterrey, ahora podrá seguir siendo utilizada gracias a la firma de un comodato a seis meses, según informó el Estado de Nuevo León en un comunicado emitido el 27 de julio.
Los medios locales informaron el 22 de julio que los trabajadores contratados por el dueño del terreno de 30 mil metros cuadrados, Carlos Mayer, procedieron a colocar una cerca con postes de acero y dividir el predio. También se informó de personas que saquearon la iglesia e intentaron desalojar al párroco, el P. José Manuel Guerrero Noyola.
El comunicado del estado mexicano, sostiene que, mientras se resuelve el litigio, la Arquidiócesis de Monterrey podrá hacer uso del terreno gracias al consenso que se logró con el actual propietario del mismo.
"Para llegar a este arreglo, el estado intervino solo como mediador a través de la Secretaría General de Gobierno", prosigue el mensaje.
Gabriel Deschamps, subsecretario de Gobierno, dijo que ambas partes tuvieron la disposición de encontrar una solución al conflicto para no afectar a la comunidad religiosa.