MADRID,
En el ataque del pasado enero a la catedral de Nuestra Señora del Monte Carmelo en la ciudad de Joló (Filipinas) murieron 21 personas. Tras seis meses de trabajos, el templo se pudo reabrir al público el 16 de julio, día en el que se celebró la festividad de la Virgen del Carmen.
El 27 de enero la catedral de Nuestra Señora del Monte Carmelo, en la ciudad de Joló en el sur del archipiélago de Filipinas, sufrió uno de los ataques más graves de la historia de este país.
Terroristas suicidas explotaron dos bombas, una dentro de la catedral y, posteriormente, otra en el exterior cuando los fieles intentaban huir. 21 personas murieron y más de 80 fueron heridas.
Cientos de personas acudieron a la primera Misa que se celebró el pasado 16 de julio, tras seis meses de trabajos de reconstrucción y que coincidió precisamente con la festividad de la Virgen del Carmen.
Según informa la Conferencia Episcopal Filipina, el Arzobispo Gabrielle Caccia, Nuncio Apostólico en Filipinas, celebró la Misa junto con el Cardenal Orlando Quevedo; el Arzobispo Romulo Valles, presidente de la Conferencia Episcopal, entre otros obispos y sacerdotes.
En Joló, la comunidad católica son unos 25 mil fieles, mientras que la gran mayoría de la población, 1,7 millones, son musulmanes.