VATICANO,
Siria sigue en guerra. Tal vez los focos mediáticos ya no están puestos en este conflicto que se arrastra desde el año 2011 y que atrajo la atención mundial con el auge del grupo terrorista Estado Islámico y la proclamación de un califato que pretendía extenderse por gran parte del mundo, pero los actos de violencia se siguen produciendo.
Esta misma semana, el párroco católico de la localidad siria de Alepo afirmaba que los misiles siguen cayendo sobre la ciudad y mostraba su preocupación por el futuro de la comunidad cristiana en el país.
Por ello, la fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada lanzó una nueva campaña de recogida de fondos para ayudar a los cristianos sirios.
"En Siria la guerra todavía no ha terminado, el terrorismo aún no ha sido derrotado y nuestros hermanos tienen más necesidad que nunca de nuestra ayuda", aseguró Alessandro Monteduro, director de Ayuda a la Iglesia Necesitada.
Los fondos recaudados se destinarán a dos proyectos. El primero tendrá lugar en Alepo, la ciudad que simboliza el sufrimiento del pueblo sirio después de haber padecido un cruento asedio que duró desde 2012 hasta 2016.
En esos años, Alepo pasó de ser la segunda ciudad de Siria y su principal centro económico e industrial, a una ciudad en ruinas y casi deshabitada. En concreto, el proyecto de Ayuda a la Iglesia Necesitada tiene como objetivo la obtención de víveres para distribuir entre las familias cristinas más pobres y permitirles el acceso a gas y otros combustibles para los generadores de electricidad.