La Biblia tiene mucho más que la “cartilla moral” de López Obrador, asegura Arzobispo

El folleto incluye secciones sobre la familia, la sociedad y la patria, así como el respeto a la persona.

Mons. Garfias Merlos precisó que la cartilla moral "no es un documento propio de una religión, sino una serie de principios que, si se ponen en práctica, ayudan a vivir en una paz social".

"En ninguna parte hace campaña de una determinada religión. Son solo principios válidos para toda persona, creyente y no creyente, para la familia y la sociedad", dijo.

Sin embargo, precisó, "la Sagrada Escritura, en particular el Nuevo Testamento, que nosotros predicamos, tienen eso y muchísimo más, pues la fe no se reduce a una moral, sino que es el encuentro experiencial con Jesucristo vivo, encarnación del amor misericordioso del Padre".

Además, señaló, "tenemos los sacramentos, fuente de vida no solo recta y honrada, sino santa, si es que se viven como debe ser".

Mons. Garfias Merlos subrayó que una de las razones para que la Iglesia no distribuya la cartilla moral es que "no se puede utilizar la religión para apoyar un partido político, aunque sea el gobernante".

"Usar la religión para un proyecto político, aunque sea bueno, es poner a Dios al servicio del césar reinante, y eso de ninguna manera es moralmente aceptable", dijo.

"Con todo, no reprobamos la buena intención de nuestro presidente, de insistir en que el cambio del país depende, en el fondo, de la conversión de las mentes, los corazones y de los comportamientos", añadió.

El Arzobispo de Morelia aseguró que "respetando el principio del Estado Laico que establece la sana separación de Iglesia y Estado, sin dejar de lado el diálogo y la mutua colaboración, la Iglesia Católica en México apoya plenamente los esfuerzos del gobierno para moralizar la sociedad y propone la revisión de la educación y las leyes".

"Sociedad, Gobierno e Iglesia estamos invitados a ser aliados y a ser corresponsables de cada sector social y de cada dependencia gubernamental, colaborar por la elevación moral de las personas, nuestras familias y nuestra sociedad", señaló.

"Por otro lado el tema de la distribución corresponderá a quien se le encomiende y a quien acepte realizarla. Lo pueden hacer los hermanos evangélicos, la Iglesia Católica o a quienes la autoridad lo solicite y las personas u organizaciones acepten hacerlo", señaló.