Con motivo del 25 aniversario del atentado contra el edificio de la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA), el Papa Francisco expresó su cercanía a las familias de las víctimas y señaló que "no es la religión la que incita y lleva a la guerra, sino la oscuridad en los corazones de quienes cometen actos irracionales".
El Santo Padre envió una carta al presidente de la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA), Jorge Knoblovits, para asegurar su oración por las 85 personas fallecidas y sobrevivientes del atentado terrorista contra el edificio de la AMIA cometido el 18 de julio de 1994.
Desde entonces la justicia ha investigado a distintas personas por ejecutar o encubrir el atentado. En 2015 se condenó por encubrimiento y corrupción a algunos funcionarios del Poder Judicial y del servicio de inteligencia.
"Al igual que desde el primer día, cada 18 de julio mi corazón acompaña a los familiares de las víctimas, sean judíos o cristianos", expresó el Papa Francisco.
Desde aquel día el Santo Padre reza "por el descanso eterno de quienes perdieron la vida en este acto de locura" y por los sobrevivientes que llevan "desde entonces las heridas en sus cuerpos y sus almas".
"Esa locura, sin embargo, no estuvo limitada a la Argentina. Demasiadas veces en estos 25 años hemos visto vidas y esperanzas truncadas en nombre de la religión", aseguró.