LISBOA,
Henrique es un joven nacido en un hogar comunista, con una "educación soviética", que tras ver a la fe católica como un "fetichismo", fue llevado por lo que consideró una "angustia indecible" a la fe, a Dios y a la Iglesia.
En su testimonio, publicado por el sitio web portugués del Opus Dei, Henrique recordó que "nací en una casa socialista, recibí una educación 0soviética' basada en la cultura, la música, la literatura y el deporte. Reinaba la dictadura del proletariado, como decía a menudo mi madre (en broma): '¡Yo trabajo, yo mando, tú obedeces!'".
Cuando llegó a los 15 años, dijo, "seguí los pasos de mi hermana mayor y me uní a la Juventud Comunista Portuguesa".
"A partir del año siguiente, mi actividad política se intensificó brutalmente, me convertí en una figura prominente en la escuela (incluyendo la presidencia de la asociación de estudiantes) y empecé a dificultar las vidas de los maestros y directores que eran 'reaccionarios y fascistas'".
Henrique admitió que "hasta cierto punto, mi conocimiento del cristianismo se basaba en innúmeros prejuicios. Solo conocí a una chica católica, que ahora es monja".
"Pero el día en que, debido a las circunstancias, me mudé de la escuela de música, del Conservatorio Nacional, al Instituto Gregoriano, vine a vivir con muchos católicos de familias católicas practicantes y apostólicas".