REDACCION CENTRAL,
Vandalismo, robos, incendios y otros ataques cada vez más frecuentes contra iglesias en Francia ha conmocionado a los fieles y generado debates sobre sus causas y cuánto afecta a la cultura francesa y el cristianismo.
"Los que minimizan el vandalismo, que incluye a la mayoría de los principales periódicos y políticos, apuntan a la evidencia de que los ataques son delitos menores de los malhechores de poca monta. A los que les preocupa que los ataques representen una amenaza más seria, descartan expresamente esa perspectiva", reflexionó el periodista y escritor estadounidense Richard Bernstein en un ensayo para RealClear Investigations titulado "Anti-Christian Attacks in France Quietly Quadrupled. Why?" (Ataques anticristianos en Francia cuadruplicados silenciosamente. ¿Por qué?)
Bernstein ve el mérito en ambas perspectivas, ubicándolas en el contexto de aquellas preguntas que urgen responderse en Francia sobre populismo, identidad nacional, inmigración, tradición, autoridad y poder.
Al mismo tiempo, reconoció la profunda preocupación de las comunidades cristianas que sufren tales ataques y vandalismo, incluso cuando no son "crímenes de odio" propiamente dichos.
"Aun así, incluso si muchos actos anticristianos, no son delitos de odio destinados a intimidar a una comunidad de creyentes; el hecho es que hay una gran cantidad de ataques a sitios cristianos que son sagrados para muchas personas. Las comunidades se sorprenden y se sienten vulnerables, en parte por la sensación de que los incidentes han proliferado de manera tan dramática en los últimos años, y se están produciendo en prácticamente todos los rincones de Francia: áreas urbanas y rurales, grandes ciudades y pequeñas aldeas igual", explicó Bernstein.
La Conferencia de Obispos de Francia informó recientemente que hubo 228 "actos violentos anticristianos" de enero a marzo de 2019.