Durante una reciente reunión con representantes de la fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN), el Administrador Apostólico de Caracas y Arzobispo de Mérida, Cardenal Baltazar Porras, dijo que la Iglesia es perseguida en medio de la crisis social, política y económica que se vive en Venezuela.
El Cardenal señaló que la Iglesia en Venezuela no ha dejado de ser perseguida por su postura firme frente a la crisis, y puso como ejemplo las restricciones que existen contra los centros educativos católicos. "Parece que se busca poner trabas para que sea la propia Iglesia la que cierre sus colegios", dijo.
Asimismo, indicó que las parroquias son atacadas por el gobierno a través de "los consejos comunales y de los grupos progubernamentales llamados 'colectivos'".
"Por ejemplo, en Caracas, en las zonas populares, los colectivos están en las puertas de las parroquias y oyen lo que dice el sacerdote en la homilía, si no les gusta comienzan las amenazas", denunció.
De igual manera, el Purpurado denunció que durante varios años la Iglesia ha sufrido presiones de manera "sutil", así como también "amenazas verbales y acoso a las obras de carácter social como Cáritas".
En ese sentido, destacó que la Iglesia es la "única institución que permanece incólume", a pesar de que diferentes instituciones públicas y privadas ya han sido destruidas por el régimen de Nicolás Maduro.